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7 PRINCIPIOS DE PROSPERIDAD VERDADERA

La prosperidad es la bendición de Dios que alcanza todo lo que hacemos para que nos salga bien y cumpla su propósito. No es algo que se pueda adquirir con el simple esfuerzo y sacrificio. Es una consecuencia a la obediencia a Dios y a su Palabra, que llega a nuestras vidas manifestándose en el resultado de nuestras acciones, con el propósito de que Dios sea glorificado. Tiene un tiempo de maduración, no es algo inmediato. Es un resultado y una consecuencia de un proceso que obra Dios dentro nuestro hasta que llega el momento en que se hace visible y da fruto.

“Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones; sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.” (Salmos 1:1-3) NTV

7 principios de prosperidad que cambiarán su vida para siempre:

  1. NUESTRAS PALABRAS: La Biblia nos enseña que un día seremos juzgados por las palabras que salieron de nuestra boca (Mateo 12:37). Ningún hombre puede vivir por encima de sus palabras. Somos lo que sale de nuestra boca, o como dice (Lucas 6:45)

“El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca.”

Cada palabra que sale de nuestra boca es una semilla que se siembra en un vientre espiritual y a su tiempo da a luz.

“Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18:20-21) RVR 1960

2. EL CORAZÓN: Dios no nos pide que leamos su Palabra, El pide algo más. Dios quiere que meditemos en ella. El acto de leer involucra exclusivamente el uso de la razón y el intelecto. Sin embargo Dios quiere que meditemos en su palabra. Meditar es una decisión del corazón. Significa que todo nuestro ser se pone de acuerdo con el Espíritu Santo para abrirse a la voz de Dios y ser transformados por medio de su Palabra.

“Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.” (Josué 1:8) NTV

3. NUESTRO ESTILO DE VIDA: No se trata sólo de escuchar la Palabra, ni de entenderla, sino de vivirla. Ponerla por obra, pasar a la acción.

“Si escuchas los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy y los obedeces cuidadosamente, el Señor te pondrá a la cabeza y no en la cola, y siempre estarás en la cima, nunca por debajo” (Deuteronomio 28:13) NTV

4. ESFUERZO Y TRABAJO: La prosperidad demanda esfuerzo y trabajo. Debemos tener una vida de oración como si todo dependiera de Dios, pero trabajando a la vez diariamente como si todo dependiera de nosotros.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” (Josué 1:9) RVR 1960

5. VALENTÍA: Si quieres prosperar debes ser valiente. Debes salir de tu zona de confort, y animarte a dar el salto de fe al que Dios te está llamando. ¡No temas! aquel que te llamó y te puso nombre antes que nacieras está contigo.

“David siguió diciendo: «Sé fuerte y valiente y haz el trabajo. No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor Dios, mi Dios, está contigo. Él no te fallará ni te abandonará. Él se asegurará de que todo el trabajo relacionado con el templo del Señor se termine correctamente.” (1 Crónicas 28:20) NTV

6. VENCER EL MIEDO: No es cuestión de ganar una sola batalla, deberás enfrentar al temor una y otra vez hasta conquistar por completo la tierra prometida.

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.” (Isaías 41:10) NVI

7. NO DESMAYAR, NO DEJAR DE CREER Y PERSEVERAR: No importa cuántas veces lo hayas intentado, sigue creyendo, sigue golpeando esa pared. Cada golpe certero que das abre una grieta por dentro. Persevera, ¡y la muralla que estaba frente tuyo caerá!

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” (Isaías 26:3) RVR 1960

Pastor, Sergio Toujas. CCDEA
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