CRECIENDO EN LA CASA DE DIOS
“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.” (1 Corintios 3:6-7)
4 niveles del río de Dios:
- El primer nivel es el agua a los tobillos: refleja la conversión del cristiano. El momento en que decide adentrarse por primera vez en el río de vida. Es un primer comienzo. La persona moja apenas la planta de sus pies, todavía tiene gobierno y control absoluto de sus decisiones.
- El segundo nivel que le marca el ángel al profeta Ezequiel, es el agua hasta las rodillas: Aquí el cristiano logró desarrollar una vida de oración. Tiene comunión diaria con Dios, e intercede por los demás. Las mayores conquistas en la vida cristiana se logran de rodillas.
- El tercer nivel es el agua hasta los lomos: aquí la persona ya ha consagrado prácticamente el 90% de su vida a Dios. La corriente del río es fuerte, pero aún no ha probado la entrega total y dependencia absoluta.
- El cuarto nivel, es el lugar donde ya no se puede hacer pié y únicamente se puede avanzar adentrándose por completo en la corriente. Es allí donde la entrega a Dios es total, incondicional y absoluta. En éste nivel lo sobrenatural de Dios gobierna tu vida.
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (San Juan 7:38) RVR