Open/Close Menu Bienvenidos al sitio oficial del Pastor Omar Olier

RENOVADOS EN LA VISIÓN

En el hemisferio Sur, Septiembre es el mes del renuevo. Salimos del frío invierno y nos acercamos a temperaturas más cálidas propias de la primavera. Este cambio provoca que la naturaleza se renueve, crezca y florezca. Así como sucede en la naturaleza, de la misma manera sucede en el plano espiritual. Todo aquello que no se renueva no evoluciona. Se estanca y lo que se estanca se pudre, perece. Por eso es importante reconocer los vientos de cambio que soplan del Espíritu, anunciando una nueva etapa, un nuevo ciclo.
La naturaleza se renueva, y el cristiano también se renueva. Renueva su visión, la manera en que ve y comprende el mundo que lo rodea, a fin de volverse más eficiente para llevar a cabo su propósito en la vida. Los profetas, los apóstoles y los grandes hombres de Dios también fueron renovados en la visión, eso les permitió tener una mejor comprensión del momento que los tocaba vivir en la historia de la humanidad y del plan que debían llevar a cabo para la gloria de Dios.
Si Dios va a cambiar su vida, primero debe renovar su visión para que pueda ver las cosas como Él las ve. Lo que usted pueda ver en el mundo espiritual, luego lo puede llevar a cabo en el mundo material. La visión de esta iglesia es ver a la ciudad de Mar del Plata rendida a los pies de Cristo y no vamos a parar hasta lograrlo.

El hombre, la mujer con visión están enfocados. Tienen un objetivo claro, y no pierden el tiempo tomando caminos alternativos.

“Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad.” (Mateo 6:22-23) NTV

Visión para el Cristiano es ver con los ojos de Dios. Dios es luz, y en Él no hay tinieblas. Por lo tanto, los hijos de luz tenemos visión. También podemos ver a través de la Palabra revelada, lo que antes no veíamos, a partir de la revelación que nos brinda el Espíritu Santo se vuelve claro.
En la Biblia el libro de Marcos capítulo 8 versículos 22 al 26, narra la historia de un ciego que fue sanado por Jesús. Un grupo de personas, probablemente sus amigos lo llevaron ante él y le regaron que le sanase.

“Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera de la aldea. Luego escupió en los ojos del hombre, puso sus manos sobre él y le preguntó: —¿Puedes ver algo ahora?

Aquel que no ve necesita permanentemente de la asistencia de otro. En este caso, el ciego necesitaba de la ayuda de sus amigos. Dios quiere renovar tu visión para que tu diario caminar depende solamente de Él. Los amigos del ciego esperaban que Dios lo toque para que reciba la sanidad, pero Jesús tenía otro plan. Muchas veces queremos que los planes de Dios sucedan “a nuestra manera”, por eso Dios necesita renovar nuestra visión para que podamos actuar como buenos colaboradores de su perfecta voluntad, sin forzar los tiempos y los modos en base a nuestros apuros y urgencias.
Jesús tomó al ciego de la mano y caminó con el. Lo sacó de su zona de confort, de su mundo conocido, de todo aquello que le resultaba familiar y cotidiano. El hijo de Dios pasó a ser su guía, aquel que dirigía sus pasos. El primer paso para recibir una renovación en la visión es tomarse de la mano de Dios. Soltarse del bastón, de todo lo que uno depende, y tomarse de la mano del Maestro. Tomados de la mano de Dios, podemos caminar hacia lo desconocido con confianza. La Biblia no cuenta sobre lo que hablaron en el camino, pero estoy seguro que Jesús se interesó primero en sanar la ceguera de su alma.

Si queremos ser renovados en la visión debemos acercarnos a aquel que es la luz de nuestra vida. En la intimidad del tiempo a solas con Dios somos renovados para ver con claridad aquello que antes nos resultaba imposible.

“El hombre miró a su alrededor y dijo: —Sí, veo a algunas personas, pero no puedo verlas con claridad; parecen árboles que caminan. Entonces Jesús puso nuevamente sus manos sobre los ojos del hombre y fueron abiertos. Su vista fue totalmente restaurada y podía ver todo con claridad.”

Jesús volvió a poner sus manos sobre el ciego hasta que el milagro fue completo. Así hará el Señor con tu vida, te bendecirá una y otra vez hasta que la obra sea completa. Viene una nueva visitación del Espíritu Santo a tu corazón.

Visión significa tener la agenda de Dios en mis manos. Es la capacidad de entrar en la oficina de Dios y poder ver los tiempos para tomar en el presente las decisiones correctas.

“Jesús lo envió a su casa y le dijo: —No pases por la aldea cuando regreses a tu casa.”

Jesús le prohibió volver a la aldea, símbolo de su vieja vida. Cuando Dios renueva tu visión, comienzas a ver el mundo que te rodea con otros ojos. De repente, aquello que antes no podías ver ahora se vuelve claro y cristalino. Caminas con un propósito certero, avanzando con firmeza hacia tu destino. Lo que antes te resultaba cotidiano y quizás te brindaba cierto confort, ahora carece de sentido. Ya no vivirás más de limosnas ajenas, ni dependerás de la asistencia permanente de otros para caminar seguro. Cuando Dios renueva tu visión, renueva tu propósito en la vida y te envía hacia un nuevo destino.
Follow us: