En la Biblia Dios habla en reiteradas oportunidades y de diferentes maneras sobre el renuevo. Renovarse es una necesidad de toda la creación para seguir adelante, cumpliendo el propósito por la cual fue creada. Los animales viven ciclos y se renuevan, la naturaleza, las plantas y todo lo creado funciona bajo el dominio eterno del reloj divino que marca los tiempos.
El cristiano también debe renovarse. Es importante que entendamos la importancia de renovarnos para vivir alineados en los tiempos y en los planes que Dios tiene para nosotros. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de estancarnos. El cristiano que no se renueva se detiene, y lentamente poco a poco, comienza a ver la vida pasar delante de sus ojos mientras padece inmovilizado por las sogas del estancamiento. Así como sucede con una casa abandonada, las malezas comienzan a crecer, los roedores se acercan, probablemente algún intruso se meta por la fuerza para ocupar el inmueble, y en poco tiempo la propiedad que supo ser un hogar lleno de luz y vida, se convierte en una “casa tomada”, abandonada al capricho y deseo de los usurpadores. Esa es la situación que viven quienes no se renuevan.
En 90 días comenzará un año nuevo, el 2019. Usted y yo debemos estar preparados para recibirlo y entrar en un tiempo nuevo. Por eso es indispensable que antes que finalice el año 2018, usted y yo nos preparemos despojándonos de todo aquello que nos retiene, nos sujeta, nos estanca, y abramos nuestra mente y corazón para ser transformados en el poder de Dios, a fin de recibir el renuevo de su presencia. Sólo de esta manera podremos aprovechar todas las bendiciones que Dios preparó de antemano para nosotros, en el tiempo propicio para la manifestación de su perfecta voluntad en nuestras vidas.
Si estudiamos la historia de Israel en la Biblia, vemos que el pueblo de Dios salió de Egipto, logró entrar en la tierra prometida, tuvo una serie de conquistas, y una vez que logró establecerse se estancó. No se renovó, no se preparó para el nuevo tiempo que tenía por delante. Israel se conformó con lo que había alcanzado, se estancó, y poco a poco la maleza comenzó a crecer dentro de ellos. Sus corazones se corrompieron, comenzaron a adoptar las malas costumbres de pueblos cercanos y se inclinaron a adorar falsos dioses. Pasaron los años, y el imperio de Babilonia arrasó con toda la nación. Durante setenta años fueron reducidos a la esclavitud y al trabajo forzado. Pero Dios tenía un plan con Israel y no permitiría que su ruina permanezca.
En la Biblia el libro de Zacarías capítulo 3, nos cuenta acerca de una profecía en la que Dios trae el renuevo sobre Israel. En una reunión celestial en la cual los ángeles del cielo se presentan para rendir cuentas delante de Dios, estaba presente el sumo sacerdote Josué, representando a la nación, el ángel de Jehová (Jesucristo) y el ángel acusador (Satanás) presentando las pruebas y causas contra Israel.
“Entonces el Señor le dijo a Satanás: «Yo, el Señor, rechazo tus acusaciones, Satanás. Así es, el Señor que eligió a Jerusalén te reprende. Este hombre es como un tizón en llamas que ha sido arrebatado del fuego».” (Zacarías 3:2) NTV
No importa el estado actual en el que nos encontremos, ni la sumatoria de causas que el enemigo pueda tener en nuestra contra. El amor y la gracia de Dios es suficiente para arrebatar nuestras vidas del fuego y restituirnos a su plan divino.
“La ropa de Josué estaba sucia cuando estuvo de pie ante el ángel. Entonces el ángel dijo a los otros que estaban allí: «Quítenle esa ropa sucia». Luego se volvió hacia Josué y le dijo: «¿Ya ves? He quitado tus pecados y ahora te voy a dar esta ropa nueva y fina».” (Zacarías 3:3-4) NTV
Jesús aparece en escena, reprende a Satanás, y renueva las vestiduras de Josué. Jesús intercede por tu vida. Su sangre anula todas las causas que el enemigo tiene en tu contra, y trae un renuevo para tu vida. Te viste de gloria y de poder. El ángel de Jehová, Jesucristo guía tu vida. Si guardas sus mandamientos, prosperarás. Las nuevas vestiduras son un nuevo ministerio que trae el renuevo, una nueva función para el nuevo tiempo.
“… He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo. Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.” (Zacarías 3:8-9) RVR
Los 7 ojos de Dios están mirando todo el planeta. Él es omnipresente, omnisciente y omnipotente. No hay nada que Dios no sepa de tu vida, no hay nada que Dios no pueda revertir. ¡El renuevo ya vino! es Jesucristo, y en un sólo día, quitó para siempre el pecado del mundo.
Querido hermano, amada iglesia, viene un nuevo tiempo para nuestras vidas. No importa la situación actual en la que te encuentres, la sangre de Cristo es suficiente para limpiar y rescatar tu vida. Las causas que Satanás preparó en nuestra contra se vuelven inexistentes frente a la sangre de Cristo que intercede por nosotros. Él tiene vestiduras nuevas para cubrirnos, un calzado nuevo para que caminemos en los planes que preparó.
La herencia es sólo para los hijos, y nosotros como hijos de Dios tenemos derecho a acceder a sus bendiciones. Dios recompensará todas las áreas de tu vida, supliendo todas tus necesidades, sean estas físicas, materiales o espirituales.
- Tendrás paz en todas partes porque Jehová peleará tus batallas.
- Se rompen las cadenas y las ataduras que te esclavizaban.
- Dios prosperará tu vida. El bien vendrá sobre ti y todo lo que hagan tus manos prosperará. Todo lugar que pise la planta de tus pies será bendecido. Dios quita la vergüenza y la deshonra de tu vida, y en su lugar coloca gracia y favor.