PREPARADOS PARA LA NAVIDAD
Hace mas de dos mil años vino el Salvador. Jesús, el Hijo de Dios vino a la Tierra para darnos salvación, libertad y vida eterna. Sin embargo, a pesar de que las prefecías acerca del nacimiento del Hijo de Dios eran conocidas, el pueblo judío no estaba preparado para recibirlo.
“Jesús nació en Belén de Judea durante el reinado de Herodes. Por ese tiempo, algunos sabios de países del oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a adorarlo». Cuando el rey Herodes oyó eso, se perturbó profundamente igual que todos en Jerusalén. Mandó llamar a los principales sacerdotes y maestros de la ley religiosa y les preguntó:—¿Dónde se supone que nacerá el Mesías?” (Mateo 2:1-4) NTV
El día que cambiaría la historia de la humanidad finalmente había llegado y en Israel nadie lo estaba esperando. Solamente 3 sabios de países lejanos estaban expectantes, listos para recibirlo. Hicieron un viaje desde muy lejos atravesando el desierto y le llevaron regalos reconociendo su divinidad: oro, incienso y mirra. Lo triste de no ser entendido en los tiempos es la perdida de oportunidades. Cuando sucede la vida y no somos conscientes de lo que está pasando a nuestro alrededor, los acontecimientos nos pasan de largo. No podemos reconocer lo que está sucediendo, y por lo tanto no podemos celebrarlo, las bendiciones nos pasan de largo. Por eso, es necesario que los hijos de Dios seamos entendidos en los tiempos.
Para los cristianos todos los días es Navidad, porque celebramos a diario la bendición de ser salvos, la alegría de estar en comunión con nuestro Padre celestial, y el gozo de tener a Cristo en nuestros corazones. La Navidad es el regalo de tener a “Dios con nosotros”, Emanuel.
“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16) NTV
Prepare su corazón en este día, reciba la Navidad con expectativa. No permita que pase de largo, Dios quiere hacer algo nuevo en su vida. Su luz nos convierte en hijos de luz, somos antorchas vivientes representando el reino de los cielos aquí en la Tierra. Llevamos su justicia, su paz y su gozo donde sea que vayamos. ¡Querido hermano, querida hermana, prepárese porque Jehová hará grandes cosas con su vida este año!