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EL MINISTERIO DEL ESPÍRITU SANTO

“Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.” (Filipenses 1:6) NTV

Dios hace todas las cosas completas, nunca deja cosas por la mitad. El Espíritu Santo es la promesa de Dios que fue anunciado siglos atrás antes de la venida de Cristo. Hay distintos nombres que la Biblia menciona sobre el Espíritu Santo. Ellos nos ayudan a entender su función y carácter. La Biblia lo nombra como el Pacificador, el Consolador, el Ayudador, Consejero, pero en definitiva estamos hablando de la persona de Cristo viviendo en nuestro interior.

“Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes.” (Efesios 3:17) NTV

Cuando el Espíritu Santo llega a nuestras vidas, nos cambia de adentro hacia afuera, convirtiendo nuestro ser en una fuente de agua viva para dar vida a los demás, a fin de establecer el reino de Dios en la Tierra. Él vino a completar la obra de Dios en nosotros. Somos transformados para cumplir su propósito.

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (Juan 7:37) NTV

Si hay algo en nuestras vidas que hasta el día de hoy no ha sido transformado, no es culpa del Espíritu Santo. Como individuos libres, Dios nos ha dotado con autodeterminación y voluntad para decidir. Por lo general somos nosotros mismos quienes negamos el acceso al Espíritu Santo a determinadas áreas de nuestro ser. Esa falta de “permisos”, también conocidas como “áreas no consagradas”, impiden que el Espíritu Santo nos cambie, y paralizan nuestro proceso de transformación.
Hay personas que creen que la llenura del Espíritu Santo es sólo para “algunos elegidos”, sin embargo eso no es lo que la Biblia nos enseña. TODOS podemos ser llenos del Espíritu Santo, si abrimos nuestro corazón y le damos lugar a El.

“Entonces, después de hacer todas esas cosas, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus ancianos tendrán sueños y sus jóvenes tendrán visiones.” (Joel 2:28) NTV

Esta es la promesa de Jesús para nuestras vidas:

“No los abandonaré como a huérfanos; vendré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán. Dado que yo vivo, ustedes también vivirán.” (San Juan 14:18-19) NTV

La Iglesia de Dios necesita ver la manifestación del poder del Espíritu Santo todos los días. Si Dios está presente, su gloria y su poder también lo están.

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos.” (Lucas 4:18) NVI

“Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.” (Romanos 8:11) NVI