“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10)
Dios es bueno, Él preparó caminos bendición, paz y justicia, de antemano para que andemos en ellos. Estamos por ingresar a un nuevo año, un nuevo ciclo que comienza en la vida de cada uno, y el mes de Diciembre es una fecha clave para prepararse. Así como los atletas preparan su cuerpo para correr una gran maratón, el cristiano debe aprender a calibrar su alma y espíritu para estar alineado con Dios, caminando con seguridad por los caminos de bendición que El preparó de antemano para nosotros.
La Biblia nos enseña a declarar palabras de bendición sobre nuestra vida. Este principio se puede aplicar no sólo para el presente, sino también para determinar nuestro futuro. Cuando hacemos declaraciones proféticas basadas en las promesas que Dios nos dejó en la Biblia, nos estamos poniendo de acuerdo con nuestro Padre celestial para decirle: amén, ¡así sea! que se haga tu voluntad sobre nuestras vidas acá en la Tierra así como la diseñaste vos en los cielos. Que mis caminos sean tus caminos, que mis decisiones estén alineadas con tus propósitos de bendición para mi vida.
El libro de Samuel cuenta la historia del primer rey de Israel. Su nombre era Saúl. Su padre había perdido unos burros que utilizaba para trabajar el campo, y le pidió a su hijo que vaya a buscarlas. Saúl fue con su siervo, buscaron varios días en diferentes regiones pero no pudieron encontrarlos, hasta que decidieron consultar a un profeta que vivía en aquella zona.
“Ahora bien, el Señor le había dicho a Samuel el día anterior: «Mañana a esta hora te enviaré a un hombre de la tierra de Benjamín. Úngelo para que sea el líder de mi pueblo, Israel.” (1 Samuel 9:15-16) NTV
Saúl estaba buscando unos burros, y Dios tenía preparada de antemano una corona para su cabeza. Así de grande es el amor de Dios por nosotros, así de buenos son sus planes para nuestro futuro. No importa si hoy te encuentras realizando una tarea rutinaria sin demasiada trascendencia, Dios tiene preparada una corona de favor que abrirá puertas de bendición para tu vida.
“Entonces Samuel tomó un frasco de aceite de oliva y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Besó a Saúl y dijo: «Hago esto porque el Señor te ha designado para que gobiernes a Israel, su posesión más preciada.” (1 Samuel 10) NTV
Samuel derramó su aceite sobre la cabeza de Saúl, simbolizando la unción de Dios, su cobertura, su cuidado y su presencia. A partir de ese momento, Saúl se convirtió en un instrumento del cielo.
“Mientras Saúl se daba vuelta para irse, Dios le dio un nuevo corazón, y todas las señales de Samuel se cumplieron en ese día.” (1 Samuel 10:9) NTV
Dios puede utilizar a un burro, o a una manada de burros como en este caso, para encaminar tu vida en sus propósitos. No menosprecies la tarea que estés llevando adelante en este momento, si caminas en obediencia bajo la bendición de Dios, hay una corona de favor para tu cabeza.
El profeta trajo revelación a la vida de Saúl, le dijo donde estaban sus burros. Luego, ungió su cabeza para que la presencia de Dios cubra todo su ser. Su vida fue mudada, Dios le dió un nuevo corazón y Saúl comenzó a profetizar.
Cuando la revelación y la unción se unen, la profecía se activa.
Querido amigo, amada hermana, tómese fuertemente de las promesas de Dios para su vida. Comience a declarar bendiciones acerca del año que viene. Tome la palabra de Dios y declare proféticamente sobre su vida, su casa y su familia, todas las bendiciones que Dios ha preparado de antemano para el año 2020.
Las declaraciones proféticas preparan el camino, ordenan el corazón del hombre y lo predisponen a encaminarse en esa dirección.