En (Gálatas 3:1-5) el Apóstol Pablo exhorta a la iglesia a no dejarse seducir por la mentira de la salvación basada en méritos personales. Sólo por medio de la FE puesta en Jesucristo, somos salvos. La gracia, la salvación y la justificación, son el mayor regalo que hemos recibido y que podemos dar a los demás.
La mentira tiene un solo objetivo, lograr que el hombre se desvíe de la verdad, torciendo su camino. Es un veneno que ingresa en la mente y distorsiona el mundo que conocemos. También esclaviza y coloca sobre los hombros una carga demasiado pesada para llevar. Cristo es la verdad, el dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por mi” (Juan 14:6) NTV.
Debemos perseverar en el amor. Ése es nuestro desafío como iglesia. Somos salvos por gracia de Dios, por medio de la fe puesta en Jesús. Si queremos crecer y desarrollarnos en este mes de crecimiento, lo haremos por medio del Espíritu Santo, y Él habla un solo lenguaje: su idioma es EL AMOR, porque Dios es amor. “El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia. La profecía, el hablar en idiomas desconocidos, y el conocimiento especial se volverán inútiles. ¡Pero el amor durará para siempre!” (1 Corintios 13:4-8) NTV.