Categoría: Mensajes

  • EL PODER DEL NOMBRE DE JESÚS

    EL PODER DEL NOMBRE DE JESÚS

    Ante el nombre de Jesús los cielos se estremecen. Los discípulos de Jesús se sorprendían porque sus palabras tenían autoridad sobre el mundo visible e invisible. Aún las fuerzas de la naturaleza se sujetan a su orden.

    “Los discípulos quedaron asombrados y preguntaron: «¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!».” (Mateo 8:27) NTV

    Cuando usamos el nombre de Jesús liberamos el poder sobrenatural de Dios aquí en la Tierra.

    El nombre de Jesús es nombre sobre todo nombre en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra. Si usted está atravesando alguna dificultad en este tiempo, ore a Dios y utilice el nombre de Jesús para liberar un milagro sobre su vida.
    Cuando nace un bebe, lo primero que se le designa es un nombre para identificarlo. Ese nombre determina su identidad, su ascendencia y pertenencia.

    “Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!»” (Gálatas 4:6) NVI

    Cuando los discípulos usaban el nombre de Jesús estaban hablando al mundo invisible su identidad como hijos de Dios. Declaraban el señorío y la autoridad de Cristo por encima de toda autoridad.

    “Cuando los setenta y dos discípulos regresaron, le informaron llenos de alegría:—¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando usamos tu nombre!” (Lucas 10:17) NTV

    El poder del nombre de Jesús no reside en algún atributo mágico o paranormal ligado al pronunciamiento de esas 5 letras. Su poder reside en la autoridad que ejercía el Hijo de Dios en la Tierra al caminar en obediencia a la Palabra de Dios y al cumplir su propósito en la cruz, entregando su vida para salvar al mundo, venciendo al diablo, al pecado, al mundo, y a la muerte. Ese mismo poder y autoridad está dentro tuyo.

    “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;” (Filipenses 2:9-10) RVR

    Cualquier persona puede mencionar o decir el nombre de Jesús, pero sólo los cristianos tenemos autoridad para liberar lo sobrenatural por medio del Espíritu Santo que mora dentro nuestro. En ese momento todo cambia, se desata la gloria de Dios, lo sobrenatural se activa, se desatan los milagros y el poder de Dios obra lo imposible.

    “El hombre lisiado los miró ansiosamente, esperando recibir un poco de dinero, pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!».” (Hechos 3:5-6) NTV

    Pedro utilizó el glorioso nombre de Jesús, y por medio del poder del Espíritu Santo que moraba dentro suyo liberó el milagro sobre el paralítico. Así nació la iglesia, y así continúa creciendo hasta el día de hoy, por medio del poder del nombre de Jesús.

    • Su nombre es SALVACIÓN: “Jesús respondió: —La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham. Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.” (Lucas 19:9-10)NTV
    • Su nombre trae SANIDAD: En una ocasión mientras Jesús salía de la ciudad de Jericó, escuchó de entre la multitud que lo seguía a un hombre que no paraba de gritar “Jesús, hijo de David, ¡ten misericordia de mí!”. Este hombre era el ciego Bartimeo. “—¿Qué quieres que haga por ti? —preguntó Jesús. —Mi Rabí —dijo el hombre ciego—, ¡quiero ver! Y Jesús le dijo: —Puedes irte, pues tu fe te ha sanado.” (Marcos 10:51-52) NTV
    • Su nombre trae LIBERTAD: “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” (2 Corintios 3:17) RVR
    • Su nombre es VIDA: “pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.” (Juan 4:14) NTV
    Jesús quiere entrar en tu corazón y transformar tu vida. Si tienes al Espíritu Santo dentro tuyo, entonces eres portador del poder sobrenatural que desata el nombre de Jesús. Declara en su nombre SALVACIÓN, SANIDAD, LIBERTAD Y VIDA, para tu persona, para tu familia, tu casa, tu negocio, tu empresa, tu ciudad, tu país y el mundo.

    “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anuncien las virtudes de aquel que los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.” (1Pedro 2:9) RVA

     

  • EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS

    EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS

    La Palabra de Dios es sobrenatural. Tiene poder para crear aquello que no existe, para transformar todo lo creado y para dirigirlo al cumplimiento de sus propósitos perfectos.
    En la Biblia, el libro de Génesis (el libro de los comienzos) nos cuenta el relato de la creación del mundo. En el primer capítulo del libro, vemos algo que llama la atención, la frase: “Entonces dijo Dios…”

    “Entonces Dios dijo: «Que haya luz»; y hubo luz.” (Génesis 1:3) NTV

    “Entonces Dios dijo: «Que las aguas debajo del cielo se junten en un solo lugar, para que aparezca la tierra seca»” (Génesis 1:9) NTV

    Así continua la Biblia, contando el relato de la creación de la tierra, la vegetación, los animales, el cielo, las estrellas y el hombre. Todo lo que no existía fue creado por el poder de la Palabra de Dios.

    ¿No quema mi palabra como el fuego? —dice el Señor—. ¿No es como un martillo poderoso que hace pedazos una roca? (Jeremías 23:29) NTV

    La palabra de Dios es como fuego, como un martillo que moldea el corazón del hombre y lo convierte en un nuevo ser. Una de las operaciones del martillo es forjar, moldear, hacer algo nuevo. Ese es el poder de la Palabra. Es dar a luz algo nuevo en tu vida. También dice la Biblia que es “como el fuego”, quema las impurezas, restaura el brillo y ablanda los materiales duros para volverlos moldeables.

    7 maneras en que opera la Palabra de Dios:

    1. CREA: La Palabra de Dios tiene poder creador. Todo el universo fue hecho por el poder de la Palabra de Dios. Todo lo visible y lo invisible responde al poder de su Palabra. Cada vez que abres la Biblia para leer su Palabra, tu vida cambia. “Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles.” (Hebreos 11:3) NTV
    2. SANA: Tiene poder para sanar y curar todas nuestras heridas, ya sean del cuerpo, del alma o del espíritu. “Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.” (Salmos 147:3) NTV
    3. SALVA: Su Palabra tiene poder para salvar y restaurar vidas. Para pasarlas de la muerte a la vida. “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.” (Juan 5:24) RVR
    4. LIMPIA: Su Palabra es vida y restauración, limpia los corazones y renueva la mente. “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.” (1 Juan 1:9) NVI
    5. NO TIENE LÍMITES: Es omnipotente, omnisciente y omnipresente. Tiene todo poder, todo conocimiento y está en todos lados. Cuando cae en buena tierra, en tierra fértil, en un corazón receptivo, dispuesto a ser transformado por Dios, su poder es ilimitado. “Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.” (Hebreos 4:12) NTV
    6. ALIMENTA: Es el alimento principal de nuestras vidas. Su Palabra alimenta nuestro cuerpo, alma y espíritu, para que podamos prosperar en todas las cosas. “Jesús le respondió:—Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.” (Mateo 4:4) NVI
    7. VIVIFICA: Tiene poder para volver a la vida todo aquello que está muerto en nuestro ser: (sueños, proyectos, relaciones personales). “Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26) NVI
    La Palabra de Dios opera cambios por dentro y por fuera de la persona. Llama a la existencia a aquello que aún no es. Lo que nadie puede hacer, Dios lo puede hacer por medio del poder de su Palabra. Cuando Jesús anunció el mensaje de salvación a la humanidad, la historia del mundo cambió para siempre. Pasaron más de dos mil veinte años y aún seguimos hablando del poder de su Palabra. Ella tiene poder para cambiarlo todo, para transformar y llevar vida a los lugares donde hay muerte.

    Querida iglesia, su vida es un instrumento en las manos de Dios. Ore con fe, declare la Palabra de Dios sobre su vida, sobre su casa, su familia, sobre su ciudad y su país. Aquel que lo creó TODO también tiene poder para transformarlo todo y para llevar vida.

    “El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su palabra. Después de habernos limpiado de nuestros pecados, se sentó en el lugar de honor, a la derecha del majestuoso Dios en el cielo.” (Hebreos 1:3) NTV

  • LA OBRA DE LA CRUZ

    LA OBRA DE LA CRUZ

    “Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz.” (Colosenses 2:14) NTV

    La obra de la Cruz es el fundamento de la fe cristiana y fuente de poder para su Iglesia. Algo Extraordinario sucedió en el momento en que Cristo entregó su vida en la cruz como pago sustitutivo por nuestros pecados. La Biblia nos cuenta que su sacrificio anuló las actas que el enemigo tenía acumuladas en nuestra contra, donde constaba cada uno de nuestros pecados. El mundo de las tinieblas ya tenía preparadas actas contra la humanidad para condenarnos. Todo eso que era contrario a nosotros, Cristo lo clavó en la cruz del calvario pagando con su propia sangre y sacrificio el castigo que nos correspondía. Rescató nuestras almas de las garras del enemigo, nos dio una nueva vida y abrió el camino de acceso al Padre.

    “Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados.” (Colosenses 2:13) NTV

    La obra de la cruz salvó nuestras vidas de la muerte, nos hizo nuevas criaturas nacidas del espíritu de Dios, y nos regaló vida eterna.

    • La obra de la cruz es la base de Dios para la bendición y provisión a su pueblo, porque por medio de ella somos perdonados, justificados, y restituidos conforme al plan eterno de creación divina. “Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados.” (Colosenses 1:13-14) NTV
    • La obra de la cruz es fuente de poder para la Iglesia de Cristo, porque en ella Jesús venció al pecado, venció a la muerte, y al espíritu que gobernaba este mundo. “De esa manera, despojó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz.” (Colosenses 2:15) NTV

    5 CLAVES SOBRE LA OBRA DE JESÚS EN LA CRUZ:

    1. ES FUENTE DE GLORIA: El hijo de Dios tomó forma de hombre para vencer al pecado y a la muerte, dando paso al reino de Dios sobre la Tierra. “¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios! —anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!.” (Marcos 1:15) NTV
    2. ES FUENTE DE LO SOBRENATURAL: Milagros, señales y maravillas. “Vayan y prediquen: “El reino de los cielos se ha acercado.” Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos y expulsen demonios. Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron.” (Mateo 10:7-8) RVC
    3. ES FUENTE DE SALVACIÓN: No se gana con obras, es un regalo de Dios a la humanidad. Somos salvos por la gracia y el amor de Dios. “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.” (Efesios 2:8-9) NTV
    4. ES FUENTE DE PERDÓN: “Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento.” (Efesios 1:7-8) NTV
    5. ES LA FUENTE DE TODAS LAS VICTORIAS: La victoria de Cristo sobre las potestades de las tinieblas es nuestra victoria, ya que lo hizo en representación nuestra y por nosotros. Estamos sentados en lugares celestiales de autoridad juntamente con Cristo. Se nos ha dado autoridad sobre toda fuerza del enemigo. “Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.” (Efesios 2:6) NTV

    “Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño.” (Lucas 10:19) NTV

  • EL PODER DE LA UNCIÓN DE DIOS

    EL PODER DE LA UNCIÓN DE DIOS

    “Entonces Jesús regresó a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo…” (Lucas 4:14) NTV

    Luego de pasar cuarenta días en el desierto y de haber vencido todas las tentaciones del diablo, Jesús fue a Galilea. Como era costumbre en el día de descanso fue a la sinagoga, se puso de pie, tomó el rollo del profeta Isaías y leyó las siguientes palabras:

    “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.” (Lucas 4:18-19) RVR

    El Hijo de Dios fue lleno del Espíritu Santo con un propósito específico y ese propósito se estaba cumpliendo en ese momento.

    1. EL ESPÍRITU DE DIOS ESTÁ SOBRE MÍ: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31). Jesús estaba lleno de la unción del Espíritu Santo. Había vencido las tentaciones de Satanás en el desierto, y estaba listo para liberar todo el potencial de su ministerio que transformaría la historia de la humanidad para siempre.
    2. PREDICAR EL REINO DE DIOS – ANUNCIAR LAS BUENAS NUEVAS: Este era el mensaje principal que anunciaba Jesús a donde iba “Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca” (Mateo 4:17) NTV. Gracias a su mensaje de salvación, gracias a su entrega y sacrificio, usted y yo podemos hoy gozar de una nueva vida en Cristo Jesús.
    3. SANAR A LOS QUEBRANTADOS: A donde Jesús iba, la gente llevaba enfermos para que sean sanos. Jesús hacía milagros, sanaba todas las dolencias y enfermedades, pero su foco principal no era únicamente el milagro exterior de la persona (la sanidad física), sino la sanidad integral, aquella que involucra también el alma (la sanidad de los corazones quebrantados).
    4. LIBERTAD A LOS CAUTIVOS: Él vino a deshacer toda obra del diablo sobre la Tierra. Jesús es la llave que libera las almas que se encuentran retenidas en prisiones de oscuridad. Él venció el poder del pecado, venció a la muerte y llevó cautiva a la cautividad (Efesios 4:8).
    5. VISTA A LOS CIEGOS: ¿Recuerda como era su vida antes de conocer a Cristo? Vivíamos en un mundo de tinieblas, caminábamos a tientas tropezando a cada paso. Teníamos ojos, pero no veíamos. Jesús vino “a dar vista a los ciegos”, a todos aquellos que aún no encuentran el camino de regreso a la casa del Padre. “ Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida.” (Juan 8:12) NTV
    6. LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS: “Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.” (Juan 8:36) NVI. Únicamente podemos experimentar la plenitud de la vida cuando abrimos nuestro corazón a Jesús, e invitamos al Espíritu Santo a vivir dentro nuestro. Porque donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad (2 Corintios 3:17).
    7. PREDICAR EL AÑO AGRADABLE DEL SEÑOR: Jesús vino a darnos una nueva vida, y vida en abundancia. Su palabra dice: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (Juan 7:38) RVR.

    “pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” (Hechos 1:8) NTV

    La unción es la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, que manifiesta su poder sobrenatural, volviendo posible aquello que para el hombre es imposible. El Espíritu de Dios, nos capacita y nos hace aptos para llevar acabo el propósito por el cual fuimos creados. La unción reside en los corazones humildes, en aquellos que están dispuestos a ser moldeados por su dulce voz. Tiene el propósito de salvar a los perdidos, proclamar el evangelio, sanar a los enfermos, liberar a los cautivos, romper toda maldición y deshacer toda obra de maldad.
    En tiempos de incertidumbre, en momentos de temor, de calamidad y de pandemia, El Espíritu de Dios está buscando corazones dispuestos, que sirvan para manifestar su gran amor, su poder y su gracia por el mundo entero. Para El no hay nada imposible ¿Estás listo para ser usado por Dios?

     

  • RENOVANDO EL ACEITE

    RENOVANDO EL ACEITE

    “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.” (Mateo 25:1)

    Cuando Jesús enseñaba a las multitudes, lo hacía mediante parábolas, para que la gente pudiera entender el mensaje de manera clara y simple. En esta oportunidad habló acerca de la segunda venida de Cristo. Enseñó acerca de dos tipos de cristianos, unos prudentes que llevaron una medida de aceite extra en sus lámparas para esperar el regreso de Cristo, y otros insensatos o necios, que no se prepararon lo suficiente.
    El reino de Dios es JUSTICIA, GOZO y PAZ. Eso es lo que el hombre perdió en la vida, y eso es lo que Dios quiere que recuperes en tu diario vivir. Las 10 vírgenes representan la iglesia de Dios en el mundo. Nadie conoce el momento exacto de la segunda venida de Cristo, pero Jesús nos enseña acerca de estar listos, despiertos, atentos esperando su llegada.

    Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron. A la medianoche, se despertaron ante el grito de: “¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”. (Mateo 25:5-6)

    Ante la demora del novio, todas se durmieron, pero sólo aquellas que llevaron aceite extra en sus lámparas pudieron mantenerlas encendidas para salir a encontrarse con Jesús en lo más oscuro de la noche.

    ¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso. (Mateo 25:13) NTV

    Estamos viviendo tiempos difíciles. ¡Que no te falte el aceite en medio de la noche! Cristo nos exhorta a tener nuestras lámparas siempre listas, alumbrando en lo más denso de la oscuridad. El aceite es símbolo del Espíritu Santo y de su presencia. Es tiempo de estar más despiertos que nunca, reprendiendo la oscuridad que amenaza al mundo. El reino de Dios es JUSTICIA, PAZ y GOZO del Espíritu Santo. Amada iglesia, ¡es tiempo de alumbrar!
  • EL PODER DE LA CRUZ

    EL PODER DE LA CRUZ

    Pascua significa “paso”, el paso que dio el pueblo de Israel de la esclavitud hacia la libertad, de la muerte a la vida, la noche que salieron de Egipto camino a la tierra prometida.
    La primera Pascua se celebró en Egipto, fue la última noche que pasaron en ese territorio. Por instrucciones de Dios dadas a Moisés y Aarón, el pueblo debía sacrificar un cordero sin mancha, y cubrir el dintel de la puerta de ingreso de cada hogar con esa sangre. La señal de la sangre obraba como protección contra la muerte que visitaría la casa de los egipcios esa misma noche. Este símbolo del cordero y la sangre, representaba el futuro sacrificio que haría el Hijo de Dios en la cruz para salvar a la humanidad de la esclavitud del pecado y de la muerte.
    Jesús es la verdadera Pascua. Él es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Las últimas palabras de Jesús en la cruz fueron “consumado es” (Juan 19:30). Significa, que el sacrificio de amor se había realizado. El precio por nuestra salvación, por nuestro perdón, por nuestra libertad, había sido pagado. Su muerte y resurrección nos hace libres de toda condena de pecado, de toda maldición y de la muerte. Porque en El y por medio de El tenemos vida eterna. Ése es el glorioso poder de la cruz.

    “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)

    Pascua es la máxima muestra de amor de Dios por nosotros, por el mundo, por la humanidad, por tu vida. Jesús entregó su vida como precio de rescate por la tuya y la mía. Llevó sobre sí mismo la paga que nos correspondía por nuestros pecados.

    Pascua es salvación, es redención de pecados, es resurrección, es el paso de la muerte a la vida. En Jesús tenemos salud, salvación, restauración, y esperanza de vida eterna.

    “Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26) NVI

    Quiero invitarlo a hacer esta oración conmigo:

    Padre Dios yo clamo en este día, entendiendo tu gran amor y misericordia, entendiendo tu ofrenda, al dar a Cristo, tu único Hijo como precio de rescate por mi vida. Ahora entiendo el poder de la cruz que cambió para siempre la historia de la humanidad. Yo en este momento recibo a Jesús como mi Señor y Salvador en mi vida y en mi casa. Él es la verdadera Pascua, Él es la resurrección y la vida. Amén y amén.

     

  • EL PODER DE LA SANGRE DE CRISTO

    EL PODER DE LA SANGRE DE CRISTO

    “porque la vida del cuerpo está en la sangre. Les he dado la sangre sobre el altar con el fin de purificarlos, para hacerlos justos ante el Señor. Es la sangre, dada a cambio de una vida, la que hace posible la purificación.” (Levítico 17:11) NTV

    La sangre de un cordero inocente, perfecto y sin mancha, debía ser ofrecida para cubrir el pecado de las personas. Esta fue la ley que Dios transmitió a Moisés, y que fue escrita por él en el libro de Levítico. Pero con el pasar de los años, esta práctica se convirtió en una costumbre, diluyendo el verdadero significado del arrepentimiento, el perdón, la sustitución y la reconciliación con Dios. Fue necesario que el Dios invisible tomara forma de hombre y viniera a este mundo para ofrecer su propia vida como sacrificio único, final y total por el rescate de toda la humanidad. Dios entregó por nosotros aquello que más amaba, a su propio Hijo, con el fin de perdonar, sanar, restituir y restablecer la comunión con el.

    “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16) RVR

    Jesús fue el sustituto del pecado de la humanidad. Él pagó el precio, tomó tu lugar, venció al pecado, a la muerte y nos reconcilió nuevamente con Dios. Su sangre derramada nos limpia de todo pecado y nos habilita para ingresar a la presencia del Padre. El sacrificio de Cristo restituye todo lo que el hombre perdió como consecuencia del pecado, y nos relaciona libremente con Dios. Su sangre es el nuevo pacto entre el cielo y la tierra, entre Dios y el hombre, para redención y salvación.

    “Después de la cena, tomó en sus manos otra copa de vino y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con mi sangre, la cual es derramada como sacrificio por ustedes.” (Lucas 22:20) NTV

    ¿Qué hizo la sangre de Cristo por nosotros?

    1. Nos redimió de todo pecado y de toda maldad.
    2. Nos reconcilió con el Padre.
    3. Nos dió una nueva naturaleza. Nacemos de nuevo, un nacimiento del espíritu.
    4. Nos dió la victoria sobre toda fuerza del mal.
    5. Limpió nuestra conciencia.
    6. Nos sanó de toda enfermedad.
    7. Nos dió vida eterna.

     

  • VENCIENDO AL ENEMIGO

    VENCIENDO AL ENEMIGO

    Por estas horas, el país y el mundo se encuentra enfrentando a un enemigo invisible, el (Covid-19) mejor conocido como “coronavirus”. La Argentina, como muchos otros países han optado por la estrategia de resguardar a los ciudadanos en sus respectivos hogares, para evitar la propagación del contagio, y así salvar vidas.
    En la Biblia, el profeta Nahúm escribió una profecía sobre el ataque que vendría a la ciudad de Nínive, y esto es lo que dijo a sus habitantes:

    “¡Un destructor avanza contra ti! ¡Monta guardia en la fortaleza! ¡Vigila el camino! ¡Cíñete la cintura! ¡Reúne todas tus fuerzas!” (Nahúm 2:1) RVR95

    Guarda la fortaleza:

    La fortaleza son los muros que protegen tu vida, es la primer barrera con la que se encuentra el enemigo frente a un ataque. Nuestra fortaleza como cristianos se sostiene en 4 pilares: 1 EL ESPÍRITU SANTO quien nos fortalece en momentos de necesidad (Romanos 8:26). 2 LA BIBLIA nos brinda más de tres mil promesas para fortalecernos en el día de la adversidad (Josué 1:9). 3 LA SANGRE DE CRISTO cubre nuestro hogar (Éxodo 12:13). 4 LOS ÁNGELES DE DIOS rodean nuestras vidas (Salmos 34:7).

    Vigila el camino:

    En las torres de las fortalezas se colocaban los vigías. Ellos estaban despiertos, montando guardia en los lugares altos, listos para alertar de antemano el peligro. Es tiempo de estar atentos, enfocados. No hay lugar para las distracciones de la carne ni del espíritu. “Sean prudentes y manténganse atentos, porque su enemigo es el diablo, y él anda como un león rugiente, buscando a quien devorar.” (1 Pedro 5:8) RVC

    Cíñete la cintura:

    Ceñirse la cintura es sinónimo de estar listos para la batalla. Debemos entender el tiempo que estamos viviendo. “Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes.” (Efesios 6:13) RVC

    Reúne todas tus fuerzas:

    El poder más grande que tiene la Iglesia es LA FE. Jesús dijo: “si puedes creer, al que cree todo le es posible” (Marcos 9:23). Nuestro poder también está en EL AMOR, porque “El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.” (1 Corintios 13:7). LA ORACIÓN, es la herramienta de comunicación directa que tenemos para hablar con nuestro Padre celestial. Es tiempo de doblar las rodillas y buscar la presencia de Dios. La Biblia dice: “Una vez más les digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá.” (Mateo 18:19)

    Quiero invitarlo a realizar esta oración junto a su familia:

    Padre Dios, unidos como familia, como cristianos, como argentinos, clamamos al cielo para pedir tu bendición. Te pido que renueves nuestras fuerzas para estar enfocados y tener claridad en este tiempo, para estar listos para enfrentar cualquier adversidad. Renueva nuestra fe, renueva la esperanza. Danos una capacidad mayor para orar de día y de noche, para aprovechar este tiempo de resguardo y crecer en el conocimiento de tu Palabra. Yo declaro por fe en el nombre de Jesús, que el enemigo está vencido. Yo y mi casa serviremos a Jehová, y ningún mal llegará a mi puerta. En el nombre de Jesús, AMÉN y AMÉN.

    De esta situación saldrás fortalecido. La mano de Dios está sobre ti y su bendición no se apartará de tu casa.

     

  • VENCIENDO LA MUERTE

    VENCIENDO LA MUERTE

    “El sabio teme y se aparta del mal; Mas el insensato se muestra insolente y confiado.” (Proverbios 14:16) RVR

    Estamos viviendo una situación excepcional de pandemia. Un virus que afecta las vías respiratorias y es capaz de causar la muerte, extiende su propagación en varios países del mundo en simultáneo, cambiando para siempre la realidad como la conocíamos. Pocas veces la humanidad ha sido testigo de una enfermedad de estas características, y los científicos aseveran que aún no hemos llegado al pico de contagio. Frente a esto, las autoridades de gobierno han solicitado el resguardo de los ciudadanos en sus hogares, como primer medida para evitar la propagación del virus.
    La Biblia nos cuenta una situación similar que vivió el pueblo de Israel la última noche que pasó en Egipto. Una plaga de muerte visitó a los egipcios, murieron todos los primogénitos de cada familia que habitaba esa tierra, salvo aquellos hogares donde residía el pueblo de Dios, cuyos dinteles habían sido marcados con la sangre del cordero. Dios había hablado de antemano con Moisés y su hermano Aarón, dándoles instrucciones claras sobre cómo proceder para proteger al pueblo. Las familias debían guardarse, cada una en su hogar y participar juntos de la cena del cordero. Cada casa tendría sus puertas marcadas con la sangre del cordero, como señal de protección y resguardo. Allí donde estaba esa señal, la muerte pasaría de largo. Esta práctica se convertiría en el inicio de la festividad judía que se celebra desde aquel entonces, y luego replicaría el mundo cristiano, más conocida como La Pascua.
    Querido amigo, estimada familia, las autoridades puestas por Dios para gobernarnos han solicitado el resguardo de cada ciudadano en su hogar para evitar la propagación de esta pandemia. Es nuestro deber como ciudadanos y como hijos de Dios obedecer a las autoridades y orar por el bien de ellos, de nuestro país y del mundo. Éste es un tiempo para estar en familia, protegiendo a nuestros seres queridos del contagio y de la exposición. Jesús es nuestro cordero pascual, Él es quien alimenta, nutre y sustenta nuestras vidas. Su cobertura y protección está sobre nosotros. La sangre del cordero determina la propiedad de Dios sobre ese lugar. Allí donde está la señal, la muerte no tiene poder, pasará de largo.

    “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” (Juan 11:25) RVR

    Quiero invitarlos a todos a repetir esta oración en voz alta allí donde se encuentren:

    Pedimos sabiduría para el Presidente de la nación y su equipo. Bendícelo, fortalécelo y líbralo de todo mal. Bendice a nuestros gobernantes y al Intendente. Dales sabiduría, guárdalos. Bendice a todos los que trabajan cuidando la salud del país, renueva sus fuerzas, cúbrelos y líbralos de todo mal. Guarda sus familias, dales inmunidad física. Bendice a las fuerzas de seguridad, a las fuerzas armadas, a los policías, a todos los que están destinados a cuidarnos, bendícelos. Bendice y guarda también a toda persona que se encuentra prestando funciones de servicio para sostener el funcionamiento del país y no puede estar a resguardo con su familia en su hogar. ¡Toda la iglesia de Jesucristo los bendice!

    Bendice también a cada hermano, a cada padre, hijo, abuelo, que tu fortaleza y cuidado esté llegando al hogar de cada uno de ellos. Bendice también a toda la familia de Cristo en la Tierra, sus cuerpos, mente, alma y espíritu están protegidos por la sangre de Jesús. Sellamos sus vidas con tu protección divina en el nombre de Jesús, ¡AMÉN!

    “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8:38-39) RVR

  • EL SERVICIO A DIOS

    EL SERVICIO A DIOS

    Señor, ¿qué quieres que yo haga?

    Eso fue lo primero que le dijo Saulo de Tarso a Jesús, cuando se encontró con él camino a Damasco. Esta es sin duda, la pregunta más sabia que podemos hacernos antes de tomar cualquier decisión.
    Saulo de Tarso era un hombre sumamente formado y de gran influencia. Tenía doble ciudadanía, era romano y judío a la vez. Se había preparado en la mejor escuela de estudios de la época, a los pies del maestro Gamaliel. Tenía en su poder cartas expedidas por el sumo sacerdote del templo de Jerusalén que lo autorizaban a encarcelar, torturar y matar a los cristianos. Su meta era terminar con todos los seguidores de Jesús, hasta que un día Jesús mismo le salió al encuentro.

    “Al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló alrededor de él. Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? —¿Quién eres, señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—.” (Hechos 9:3-5) NTV

    • SAULO TUVO UN ENCUENTRO CON JESÚS: Su mundo entero cambió a partir de ese momento. Todo el conocimiento que había acumulado a lo largo de todos sus años de estudio, en ese mismo instante adquirió una nueva perspectiva. Así como sucedió con Saulo, sucederá contigo si decides servirlo. Para ser transformado de adentro hacia afuera debes tener un encuentro personal con Jesús, debes conocerlo.
    • SAULO RECIBIÓ LA VISTA: La gloria y el resplandor de Jesús hicieron que Saulo quedara ciego durante tres días, hasta que un hombre de Dios llamado Ananías puso sus manos sobre él para que recobre la vista. El servicio a Dios trae revelación del mundo espiritual para que comiences a ver aquello que antes no veías. Tu vida adquiera un nuevo propósito y comienzas a caminar con certeza por el camino que Dios trazó para ti.

    “Así que Ananías fue y encontró a Saulo, puso sus manos sobre él y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, quien se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo».”

    • SAULO FUE BAUTIZADO: Su vida fue transformada, fue lleno del Espíritu Santo, y fue equipado para la tarea que debía emprender. Se quedó unos días en Damasco compartiendo tiempo con Ananías y los demás creyentes de la ciudad. Ese fue un tiempo en el que Dios trabajó en su corazón, trayendo sanidad y restauración, preparándolo para el ministerio.
    • COMIENZA SU MINISTERIO: Luego de haber tenido un encuentro con Jesús, y de recibir la vista, Saulo recibió la llenura del Espíritu Santo. Fue bautizado en aguas y su corazón fue restaurado. Compartió tiempo con Ananías y con los creyentes de Damasco antes de dar comienzo a su ministerio.

    “Y enseguida comenzó a predicar acerca de Jesús en las sinagogas, diciendo: «¡Él es verdaderamente el Hijo de Dios!». Todos los que lo oían quedaban asombrados.” (Hechos 9:20-21) NTV

    Todo comenzó a partir del encuentro que Saulo tuvo con Jesús, y una simple pregunta que demuestra rendición incondicional:

    “Señor, ¿qué quieres que yo haga?”

    En esa simple pregunta reside la clave del servicio a Dios. Saulo se convirtió en el Apóstol Pablo, escribió más de la mitad de los libros del nuevo testamento (14 epístolas), fundó iglesias por todo el mundo antiguo, preparó discípulos, los equipó, y predicó el evangelio hasta lo último de la Tierra. Los frutos de su trabajo y ministerio, son palpables hoy en día. Cuando decides dedicar tu vida en servicio al Creador del universo, los resultados repercuten por la eternidad.