CRISTO ES NUESTRA PASCUA
Pascua significa “paso”, de la esclavitud a la libertad. Cuando la nación de Israel estaba esclavizada en Egipto, Dios mandó a Moisés para liberar a su pueblo del Faraón. La última de las plagas que Dios utilizó para liberar a su pueblo fue la muerte de los primeros hijos varones de Egipto. Las casas del pueblo de Israel debían estar marcadas con la sangre de un cordero en sus puertas y dinteles, como señal de protección y cobertura sobre esa familia. Hoy en día la sangre de Cristo, nuestro cordero pascual cubre nuestras vidas y familias, y nada puede dañarnos. Su protección y cuidado está sobre nosotros.
Lo sucedido en la primera Pascua celebrada por el pueblo de Israel en tierra de Egipto, fue un símbolo de lo que sucedería más adelante con la venida de Cristo. En la primera Pascua, la sangre de un cordero sacrificado por esa familia, los cubriría de la muerte. De la misma manera, un día Jesús el hijo de Dios, vino al mundo y ofreció su vida en sacrificio, para que por medio de su sangre toda la humanidad fuera libre de la muerte que trae sobre nosotros el pecado. Cristo, el cordero sin mancha, siendo justo entregó su vida por nosotros para que por medio de Él nosotros tengamos vida eterna. El poder de esclavitud que antes ejercía el pecado y la muerte sobre la humanidad, ya no tiene poder. En la cruz, Cristo venció al pecado, a la muerte y al mundo. Su sacrificio nos cubre, y por medio de su sangre tenemos entrada al trono celestial. Somos hechos nuevas criaturas, en Cristo y a través de Él tenemos un nuevo nacimiento, una nueva identidad, somos hechos hijos de Dios; y como tales somos también herederos de todas sus promesas.
La iglesia de hoy debe levantar a Jesús para que el mundo vea la salvación. Si pudiéramos resumir en una sola palabra el mensaje de la cruz, esa palabra es “AMOR”.
“ Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16) RVR
La cruz, el máximo símbolo de tortura y sufrimiento que conocía el mundo, en un sólo día fue transformado en el máximo símbolo de amor y salvación para siempre. Usted y yo somos la iglesia de Cristo. Ponga a Jesús en alto allí donde usted se encuentre. Ya sea en su familia, en su trabajo, en su vida personal, levante a Cristo y póngalo en alto. Que todos puedan ver y recibir su gran amor y salvación. Cristo es la resurrección y la vida.
Felices Pascuas querida iglesia, felices pascuas amado hermano. La tumba está vacía. Cristo venció a la muerte. ¡Jesús es nuestra Pascua!