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“Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1) RVC

La vida cristiana es una vida de fe. El cristiano transita la vida tomando decisiones no por lo que ve en el mundo físico, sino por lo que cree dentro suyo sustentado en la fe en Dios. El cristiano no camina basado en la razón, sino en la revelación que recibe de Dios. El hijo de Dios no transita la vida basado en sus fuerzas físicas y emocionales, sino en el poder de Dios.

Vivimos por fe, no por vista. (2 Corintios 5:7) NVI

Hay personas que con sus mejores intensiones creen que tener fe es asistir los fines de semana a una iglesia, o que tener fe es simplemente un sinónimo de creer en Dios. Pero la fe es mucho más que eso, es la capacidad de poder vivir a diario aquello que uno cree. Es tener la certeza, la seguridad, que aquello que esperamos, Dios lo proveerá. No hay nada que Dios no pueda hacer por sus hijos.
LA FE ES:
  • SEGURIDAD
  • CERTEZA
  • FIRMEZA
  • GARANTÍA
  • FUNDAMENTO

“Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.” (Romanos 10:17) NTV

¿Cómo se recibe la fe? La palabra de Dios es la fuente que alimenta e incrementa nuestra fe. Cada vez que leemos la Biblia, aprendemos a conocer más a Dios y cuanto más lo conocemos a Él, más se incrementa nuestra fe. Para Dios no hay nada imposible.

“Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones, apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros.” (Hebreos 11:33-34) NTV

La fe materializa lo sobrenatural de Dios aquí en la Tierra.

  • La fe que agrada a Dios es la que se anima a sembrar esperando una cosecha grandiosa. La Biblia dice que si tuvieras una fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrías mover las montañas. Esto significa que no hay problema que la fe no pueda resolver.
  • La fe mueve la mano de Dios. El libro de Marcos, capítulo 2 nos cuenta la historia de un grupo de personas que llevaron a un paralítico a Jesús para ser sanado. “Como no podían llevarlo hasta Jesús debido a la multitud, abrieron un agujero en el techo, encima de donde estaba Jesús.” (Marcos 2:4). Aquel que tiene fe se carga el milagro al hombro y avanza hasta que consigue el resultado buscado.
  • La fe interviene en el tiempo, en el espacio y en la materia. No tiene límites, para la fe no hay nada imposible. Lázaro, el amigo de Jesús llevaba cuatro días muerto. Cuando Jesús llegó hasta su sepulcro esto fue lo que dijo: “Corran la piedra a un lado» (San Juan 11:39) NTV. La fe mueve las piedras que encierran la muerte. Si hay algún área muerta en tu vida, hoy mismo puede resucitar si pones tu fe en Dios. Mueve la piedra, y el milagro sucederá.
  • La fe es el idioma del cielo. “De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.” (Hebreos 11:6) NTV
  • La fe es un estilo de vida. Comienzas a vivir una vida de milagros, una vida de bendición y de abundancia. Se cancelan las deudas contra tu vida, se revierten las tormentas y se destruyen todas las obras de maldad.
  • La fe abre los cielos. Cuando una persona ora con fe, desata lo sobrenatural, no hay límites para lo que pueda suceder en la tierra.

—¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree. (Marcos 9:23) NTV

Quiero orar por tu vida:

Padre Dios, yo creo en ti. En este día levanto mis manos al cielo y quiero pedirte que aumentes nuestra fe. Queremos recibir una doble porción de fe. Danos la fe de lo imposible, la fe que abre los cielos, la fe que derriba gigantes y que detiene a los ejércitos del enemigo. Dame la fe que mueve las piedras que encierran la muerte, la fe que mueve montañas. Aumenta nuestra fe. En el nombre poderoso de Jesús, AMÉN y AMÉN.

Pastor Omar Olier.