EL TIEMPO – el bien más preciado
“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.” (Salmos 90:12) NVI
Por más esfuerzo que ponga el hombre, nunca podrá agregar un minuto más de vida al tiempo que Dios le asignó en la Tierra. Cada segundo está siendo continuamente descontado. Nuestros días sobre la Tierra son un regalo divino. Nacimos con una cuenta regresiva que día a día se va achicando, quien no entienda esto malgasta su vida. El salmista parece indicarnos precisamente eso con sus palabras. ¿Qué estamos haciendo con nuestro tiempo? ¿Estamos haciendo un buen eso de el? La gran mayoría de las personas parece no darse cuenta que “el tiempo” es el bien más preciado que tenemos. Llenan sus agendas de actividades, compromisos que terminan absorbiendo por completo sus fuerzas. Sin tiempo, nada de lo que nos propongamos puede ser llevado a cabo. Sin tiempo sólo queda el recuerdo del pasado, y el deseo inerte de lo que podría haber sido y nunca fue.
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.” (Eclesiastés 3:11) RVR 1960
Todo lo que Dios creó es bueno, no hay nada malo de parte de Dios para tu vida. Todo es perfecto “en su tiempo”. En la vida coinciden varios planes en simultáneos (el plan de Dios, el plan del diablo, los planes del hombre) sin embargo, “el tiempo” permite que sólo uno de ellos pueda llevarse a cabo. Cuando el corazón del hombre se une a la voluntad de Dios, los planes divinos que fueron creados específicamente para nosotros se llevan a cabo, y el resultado repercute en la eternidad. El profeta Juan el Bautista es un ejemplo de ello. Su ministerio en la Tierra duró apenas 6 meses, no obstante Jesús mismo dijo que Juan el Bautista fue el más grande de todos los profetas (Lucas 7:28).
Dios puede potenciar tus días. Cuando colocas tu vida en las manos de Dios, aquello que antes podía tardar años se lleva a cabo en días. Jesús en un sólo día venció al mundo, al pecado, a la muerte y pagó el precio de rescate por toda la humanidad. La pregunta que Dios quiere hacerte en este día es:
¿Qué estás haciendo con el tiempo que te di?
¿Estás llevando a cabo todo aquello que preparé para tu vida? Dios está esperando ver resultados concretos en tu vida. Un hombre de éxito es una persona feliz, es alguien que alcanzó el propósito por el cual fue creado. Los hijos de Dios alteran el espacio, el clima y las personas que están a su alrededor. Dios te creó para engrandecerse mostrando su amor a través de tu vida. Dios usará tu boca para comunicar un mensaje, tus manos para hacer una obra, tus pies para llegar a un destino que ningún otro puede llegar. Coloca tu vida en las manos de Dios, une tu corazón a su plan divino y prepárate para vivir el “AHORA de Dios”, donde los tiempos se aceleran y aquello que tardaba meses o años, sucede en días y minutos. Quiero invitarlo a hacer la siguiente oración conmigo: