El hombre se convierte en aquello que piensa. Si quieres saber cómo será tu futuro, dime qué pensamientos están ocupando tu mente hoy, y tendrás una imagen bastante cercana de aquello en lo que te convertirás.
Somos el reflejo de nuestros pensamientos. Hacemos lo que pensamos.
Tus pensamientos gobiernan tus acciones, y tus acciones determinan tu futuro. Cada paso que uno da en la vida, cada decisión que uno toma, pasa previamente por el filtro de la mente. Son nuestras ideas y pensamientos los que moldean nuestra realidad.
“Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. Lo que uno dice brota de lo que hay en el corazón.” (Lucas 6:45) NTV
Tu manera de pensar cambiará tu destino. Si comienzas a pensar como un hijo de Dios, activando la FE en la Palabra de Dios, declarando sus promesas, creyendo que cada una de ellas se hará realidad en tu vida, no habrá nada que no puedas lograr. Tus declaraciones te llevarán a poseer la tierra prometida.
“Pero los demás hombres que exploraron la tierra con él, no estuvieron de acuerdo: —¡No podemos ir contra ellos! ¡Son más fuertes que nosotros! Hasta había gigantes, los descendientes de Anac. ¡Al lado de ellos nos sentíamos como saltamontes y así nos miraban ellos!».” (Números 13:31, 33) NTV
Tus pensamientos determinan tus declaraciones. Aquello que confiesas y declaras con tu boca, define tu manera de ver la realidad y condiciona tu accionar en base a tu visión. Una mente renovada que te llevará al próximo nivel de ascenso en tu vida, es una mente que declara por fe las habilidades que te llevarán a la conquista de tu tierra prometida. Si declaras negatividad, escucharás negatividad, tu corazón se llenará de temor y tus acciones serán el resultado de esa negatividad. Lo que confieses, lo que declares, determinará tus accionar.
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2) NTV
La presencia de Dios erradica la negatividad. Una mentalidad de conquista que te llevará al próximo nivel, viene como consecuencia de escuchar la Palabra de Dios y buscar su presencia. Dios habita en medio de la alabanza de su pueblo.
Todos tenemos desafíos en la vida, pero no hay gigante que no podamos vencer. Siempre debemos confesar que nuestro Dios es más grande que cualquier cosa que se quiera parar delante nuestro. Dios tiene poder para hacer su obra en nosotros más superabundantemente de lo que pensamos o imaginamos.