PASOS PARA EL CRECIMIENTO
A menudo me preguntan: “¿qué debo hacer para crecer?”, también me dicen: Pastor, “¿Por qué no avanzo en la vida? siento que estoy detenido en el tiempo” La respuesta a estos interrogantes no es sencilla. La gente espera una respuesta simple que solucione todos sus problemas, pero la realidad nos demuestra que el crecimiento es un proceso de todos los días. Si verdaderamente quieres crecer, debes dar pasos concretos, diarios y constantes. Para todos los que esperaban una solución instantánea debo desilusionarlos, no hay crecimiento milagroso de la noche a la mañana.
En la Biblia, el libro del profeta Isaías describe en el capítulo (54:1-4) una declaración profética sobre lo que Dios haría con Israel. De este pasaje se desprende una serie de pasos a seguir para salir de la derrota y crecer en victoria.
- REGOCÍJATE: No es una invitación de parte de Dios, sino una orden. El primer paso para el crecimiento no se da en el mundo exterior, sino en el interior, en el corazón. Luego se materializa en el mundo externo. Cambie su enfoque, aunque todavía no lo vea, la solución de parte de Dios está en camino. En medio de la lucha, en medio de la adversidad, el cristiano no tiene permiso para bajar los brazos. No hay licencias divinas para dar lugar a la tristeza y la autocompasión. Debemos cambiar nuestra actitud y visualizar la victoria que Dios nos dará.
- LEVANTA CANCIÓN: El segundo paso hacia el crecimiento está en nuestras palabras. Nuestra forma de hablar dará forma a nuestro estilo de vida. Nadie puede vivir por encima de sus palabras. ¡Comience a llamar las cosas que no son como si ya fueran! El enemigo es avergonzado cuando usted y yo levantamos adoración en medio de la adversidad.
“Se entonan canciones de alegría y de victoria en el campamento de los justos. ¡El fuerte brazo derecho del Señor ha hecho proezas gloriosas!” (Salmos 118:15) NTV
3. AGRANDA TU CASA: El tercer paso está en nuestras manos. Luego de haber cambiado primeramente nuestra actitud, y de haber pasado de la queja y el lamento a la declaración y la adoración, es tiempo de pasar a la acción. Nuestras manos deben generar el espacio necesario para que Dios lo llene. Obra de manera tal que tus acciones demuestren la expectativa que tienes puesta en Dios por lo que El tiene y El te dará.
“Agranda tu casa; construye una ampliación. Extiende tu hogar y no repares en gastos.” (Isaías 54:2) NTV
4. NO SEAS ESCASA: Lo que Dios tiene preparado para tu vida es más grande de lo que crees. Te sorprenderás. Debes romper las estructuras mentales de escasez que te impiden ver la realidad desde la perspectiva de Dios. El Creador de todas las cosas no tiene límites, no hay nada demasiado grande o demasiado difícil para El. No te amoldes a las estructuras de pensamiento de este mundo.
“Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.” (Isaías 54:2) RVR 1960
5. NO TEMAS: El enemigo número uno de la fe es el temor. Por eso el enemigo siempre intentará atacar nuestros pensamientos y emociones, tratando de desestabilizarnos para llenarnos de temor y paralizarnos.
“Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.” (Hebreos 11:1) TLA
Hay dos fortalezas diabólicas que se levantarán contra tu vida con el único objetivo de impedir su crecimiento, ellas son: EL TEMOR producto de la confusión, y LA VERGÜENZA como una afrenta. El miedo y la vergüenza son enemigos del crecimiento.
“No temas, ya no vivirás avergonzada. No tengas temor, no habrá más deshonra para ti. Ya no recordarás la vergüenza de tu juventud ni las tristezas de tu viudez.” (Isaías 54:4) NTV
El primer paso para crecer en todo orden de la vida está en nuestra actitud interior. Primero debe cambiar nuestro corazón, para que luego ese cambio se pueda manifestar en el mundo exterior. Cuando cambia nuestra manera de pensar, cambia nuestra manera de hablar, ese es el segundo paso. Nos atrevemos a declarar con nuestras palabras aquello que creemos primeramente en nuestro corazón. El tercer paso es llevar a la acción las palabras que declaramos con nuestra boca. El cuarto paso lo damos no siendo escasos con nuestras acciones. Debemos obrar en fe, creyendo en un Dios sin límites, que todo lo puede. El quinto paso lo damos cuando logramos vencer el temor y la vergüenza que se levantan como murallas infranqueables para frenar nuestro avance y detenernos en la vida.
Esta es la promesa de Dios para tu vida:
“Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto —dice el Señor, que tiene misericordia de ti—” (Isaías 54:10) NTV