UNA NUEVA VIDA
Hace más de dos mil años Jesús contó una historia a la gente que lo seguía para explicar el amor y la misericordia de Dios padre por sus hijos. Es la historia del “hijo pródigo”, se encuentra en (Lucas 15:11-32).
Un hijo pródigo es aquel que teniendo una familia, decide alejarse de ella, elige ser independiente para tener una vida “a su manera”, sin someterse a ninguna autoridad. Es alguien que teniendo un nombre, por determinación propia elige ser un bastardo. Esta actitud viene de la misma raíz del pecado original en el “huerto del Edén”, cuando el primer hombre y la primera mujer pecaron. Viene del deseo de hacer las cosas a mi manera, sin desoyendo el consejo de Dios. “Ser como dioses…” ése fue el engaño que la serpiente utilizó para persuadir a la mujer. Es el deseo de vivir sin reglas, o lo que es lo mismo en otras palabras: que tu deseo sea tu ley.
El hijo pródigo pidió su herencia estando su padre vivo. Esto significaba una afrenta directa contra su padre y su familia. Era lo mismo que decirle al padre: te prefiero muerto. Sin embargo, el padre dividió sus bienes y le dio la parte que le correspondía.
Atraído por el afán de sus propios deseos, se fue a tierras lejanas donde malgastó todo su dinero llevando una vida desenfrenada.
“ Al mismo tiempo que se le acabó el dinero, hubo una gran hambruna en todo el país, y él comenzó a morirse de hambre.” (Lucas 15:14) NTV
En el afán de satisfacer sus propios deseos el hijo pródigo lo perdió todo. No tenía donde vivir, ni qué comer. Pasó de darse la gran vida, a vivir en la calle sufriendo hambre, soledad y carencia de todas las cosas. Logró convencer a un granjero para que lo contrate como criador de cerdos, y llegó a envidiar la comida con que alimentaba a los chanchos.
“El joven llegó a tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada.” (Lucas 15:16) NTV
El joven había cruzado la línea, llegó a codiciar la comida de los cerdos. Y fue recién en ese momento, cuando ya no podía caer más bajo que “volvió en sí”. Tuvo un despertar de la oscuridad en la que estaba viviendo.
“Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! (Lucas 15:17) NTV
Si la vida que estás viviendo no es la vida que has soñado, significa que en algún momento cruzaste la línea. Es hora de volver a la casa de tu Padre.
“Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.” (Lucas 15:20) NTV
Jesús contó esta historia, porque quería explicar a la multitud acerca del gran amor y la misericordia del Padre. La gracia cubre todo error, la gracia cubre todo pecado. Su gracia corre hasta donde vos estés para besarte, abrazarte, cambiarte las vestiduras y darte una nueva vida.
4 DECISIONES DEL HIJO PRÓDIGO
- Reconocer el error y pedir perdón: El hijo pródigo volvió en sí, recobró la capacidad de razonar con claridad y en la situación que se encontraba reconoció su error.
- Humildad: Renunció a su orgullo y a la vanidad de la autosuficiencia. Estaba dispuesto a ser tratado como uno de los empleados de la casa de su padre.
- Reconciliación con el padre: El orgullo, la soberbia y la rebeldía son muy malos consejeros. Fue necesario que el hijo pródigo renunciara a todos ellos para poder restablecer el vínculo con su padre basado en el amor, la confianza y el respeto.
- Se puso al servicio de su padre: Algo había cambiado en el corazón del hijo pródigo. Ahora tenía gratitud y una disposición correcta para servir en su casa. Sólo la gracia del Padre puede lograr un cambio semejante en el corazón de una persona.
“Tenemos que celebrar con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado. Entonces comenzó la fiesta.” (Lucas 15:23-24) NTV
En un solo día su vida cambió para siempre. El padre cambió sus vestiduras, su calzado, le puso un anillo (el sello de la familia) y preparó un banquete para recibirlo.
Comienza un nuevo ciclo en tu vida, y Dios está preparando una fiesta para marcar ese cambio.Vestidos nuevos y calzado nuevo, Su sello en tu mano. Hay lugares que nunca has pisado, el calzado nuevo te llevará a lugares nuevos, destinos de bendición que Él tiene preparados para tu vida. Allí el nombre de Dios será engrandecido y tu vida encontrará la plenitud.