Open/Close Menu Bienvenidos al sitio oficial del Pastor Omar Olier

12119016_987122164682585_4778111235965216593_n

La unción es el respaldo del cielo para llevar a cabo tu propósito en la Tierra. En (1 de Reyes 19:19-21) está la historia de Eliseo.

Eliseo se encontraba trabajando el campo con su yunta de bueyes al momento de recibir el llamado de servir a Dios. Quiero destacar la importancia de esto: la gloria de Dios recae sobre aquellos que ya están haciendo uso de los dones y talentos con los que nacieron. Eliseo estaba trabajando la tierra con las herramientas y capacidades que tenía a su disposición. Hasta ese momento Eliseo vivía de la tierra, pero desde que recibió el llamado y la unción de Dios, dejó atrás su pasado, quemó los instrumentos con los que producía su sustento, y comenzó a depender exclusivamente del cielo.

Para servir a Dios hay que pagar un precio. Debemos estar dispuestos a renunciar a nuestra zona de confort si queremos obedecer al llamado. Tener una yunta de bueyes en esa época equivalía a tener hoy en día una cosechadora. El relato de la Biblia nos cuenta que Eliseo era el último de una yunta de 12 bueyes que estaban arando un campo. Esto nos permite asumir que Eliseo era un hombre próspero para la economía de la época. Sin embargo, estuvo dispuesto a dejarlo todo de lado por seguir al profeta y servir a Dios. “Entonces Eliseo regresó a donde estaban sus bueyes y los mató. Con la madera del arado hizo una fogata para asar la carne. Repartió la carne asada entre la gente del pueblo y todos comieron. Después se fue con Elías como su ayudante” (1Reyes 19:21) NTV.

Antes de recibir la unción de Dios, Eliseo pasó por un período de preparación y entrenamiento. Durante 14 años el profeta Elías enseñó a su discípulo, y el corazón de Eliseo fue moldeado y transformado hasta que llegó el día en que estaba listo para ser un vaso útil en las manos de Dios.

“Entonces Eliseo tomó el manto de Elías, el cual se había caído cuando fue llevado, y regresó a la orilla del río Jordán. Golpeó el agua con el manto de Elías y exclamó: ¿Dónde está el Señor, Dios de Elías? Entonces el río se dividió en dos, y Eliseo lo cruzó.” (2 Reyes 2:13-14) NTV. Las señales sobrenaturales siguen a aquellos que han recibido la unción de Dios.

“Y todo el que haya dejado casas o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o bienes por mi causa recibirá cien veces más a cambio y heredará la vida eterna.” (Mateo 19:29) NTV

Jesús es el máximo ejemplo que tenemos. Siendo Rey se hizo siervo, y desde pequeño preparó su corazón para ser moldeado por Dios y cumplir su propósito. Te invito a que en esta semana abras tu corazón al Señor para que transforme tu ser, y te equipe para llevar a cabo su buena voluntad. Es mi deseo que cuando la visitación de Dios llegue a tu vida te encuentre trabajando, con las manos puestas en el arado.